A veces se me olvida llamar a quien me reconforta.
A veces por pecar de debilidad no profiero mis quereres.
A veces mi sarcasmo solo es la sombra de una debilidad que trato de ocultar porque todo me afecta.
A veces reniego de lo que soy por mor de lo que piensen los demás.
A veces soy incapaz de reconocer los errores, esas piedras que intento sortear por el camino pero ellas no son capaces de sortearme y por eso nos reencontramos una y otra vez.
A veces mi amabilidad confunde el estado de las cosas que me rodean.
A veces mi frialdad llega hasta las yemas de mis dedos e intento dar marcha atrás al borde ya de la congelación.
A veces cuando la cordura llama a mi puerta reflexiono como en estas líneas.
Pero también es cierto, que a veces, solo a veces, alguien consigue verme a través de la mirilla de mi puerta y no me queda más remedio que dejarle entrar.
A veces por pecar de debilidad no profiero mis quereres.
A veces mi sarcasmo solo es la sombra de una debilidad que trato de ocultar porque todo me afecta.
A veces reniego de lo que soy por mor de lo que piensen los demás.
A veces soy incapaz de reconocer los errores, esas piedras que intento sortear por el camino pero ellas no son capaces de sortearme y por eso nos reencontramos una y otra vez.
A veces mi amabilidad confunde el estado de las cosas que me rodean.
A veces mi frialdad llega hasta las yemas de mis dedos e intento dar marcha atrás al borde ya de la congelación.
A veces cuando la cordura llama a mi puerta reflexiono como en estas líneas.
Pero también es cierto, que a veces, solo a veces, alguien consigue verme a través de la mirilla de mi puerta y no me queda más remedio que dejarle entrar.
2 comentarios:
"A veces mi sarcasmo solo es la sombra de una debilidad que trato de ocultar porque todo me afecta."
Ahi me has dao.. gemela.
Me gustas cuando te muestras, aunque sea a escondidas... Me gustas cuando me dejas sentirte, a través de tus palabras.
Me gustas cuando te dejas ser tú.
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