miércoles, 25 de febrero de 2009

DE LOS BESOS



Que nadie se confunda con el tema del post. Lo siento, no es un tutorial para saber dar besos apasionados (véase en su defecto www.guia-sexual-del-amante.com/el-arte-de-besar.html ). Se trata de reflexionar acerca de la naturaleza del beso. Recurriendo a mis fuentes, Manolo Escobar, hay besos de muchos tipos: en la mano, de hermanos, de amigos, de amor, besapies... Tantos matices en un simple gesto que una se tiene que pensar muy bien si el otro o la otra se merece un beso nuestro. Pero desgraciadamente se ha convertido en un gesto de cortesía, en una manera de saludarnos y ha perdido todo su encanto. Porque cómo enfatizar un beso si alguien te cae realmente bien y como enfriarlo por la razón contraria, si tardamos en dar dos bess dos segundos. Es bastante difícil si no lo acompañamos con otro gesto o simplemente siempre lo damos al aire. Yo soy de esas que besan al aire, tarda una menos.

Me gustaba más cuando en España (Manolo Escobar me vuelve patriota) se daba una la mano y santas pascuas. Porque en invierno todavía, un beso seco, se puede aguantar, pero en verano ¡ayyyyyyy omaíta de miarma!, con la sudoración ya cuajadita, absorbiendo olores y humedades de las mejillas desconocidas, no me dirán ustedes que es plato de gusto.

Desde este post reivindico La hidalguía española y que VIVAN EL VINO Y LAS MUJERES

MÍA

Ella le dijo que le hiciera un hueco en su vida.
Él no supo qué decir y empezó a cavar.
Cuando ella no se sintió cómoda con el hueco que él le había hecho,
se lo comentó;
él alzó los hombros, la miró y le dijo:
si quieres profundizo más.

martes, 24 de febrero de 2009

Ruido

Cuando vi la película "Solas" por primera vez me resultó impactante. No fue porque se tratara un tema con el que me encuentro muy sensibilizada como es el del maltrato de género sino porque la visión del maltratador, del enfermo que es capaz de pegar a alguien que quiere ( a su manera) es el eje argumental de la película. Aparte de escenas que a todos nos vienen a la mente como la del balcón, donde se juega con el morbo espectador en sentido literal, a veces cuando llego a casa me viene a modo de flash una de las escenas de psicoterapia. En ella, el protagonista ha de decir que qué echa más de menos después de la ausencia de su mujer y de su hijo y él, asombrado por la pregunta, solo se le ocurre decir que extraña el ruido, el poco ruido que hacía su mujer, pero que le reconfortaba cuando llegaba extenuado del trabajo.
Realmente cuando llego a casa, en mi pueblo de adopción, y me pongo a hacer aquellas cosas que no pueden esperar, acto seguido enciendo la radio, reprogramo la lista de reproducción que me apetece escuchar o hago alguna llamada de teléfono porque siento la necesidad de oír ruido, aunque sea no deseado. Tal vez eso sea la soledad, el silencio absoluto que a una le incomoda, la falta de alguien que tenga algo que decirte aunque sea qué tiempo hará mañana y la toma de conciencia de que el mundo no está hecho para estar callados.

Lo mismo por eso me gusta tanto hablar.

jueves, 19 de febrero de 2009

Cuplé


Ay, ay, ay... que se me estaba olvidando escribir y todo! Bueno, tras el desastroso speaking de esta tarde me estaba planteando que lo mismo el inglés no es lo mío. Así que derivando el rumbo de mis pensamientos hasta otros terrenos más fértiles he pensado que ya se acerca Marzo, y con Marzo de la mano viene Abril y me he empezado a preocupar un poco. Que ¿por qué? Pues porque tengo que hacer frente a un compromiso que contraje con un par de copas y del que ahora me estaba empezando a arrepentir. Pero una es mujer de palabra, de manera que a apechugar toca. Y este es el problema, que quiere cierta señora que "apechugue" en demasía, vamos, que me planteaba que mostrara mi pechuga, viendo oportuna la descabellada idea de que podía montar un lesbi numertito con lesbipúblico incluido en el lote para un encuentro nacional.

Corte, lo que se dice corte, no me da. Más bien podríamos hablar de vergüenza ajena, que no sé si es ajena porque es la mía propia. Porque quien me pilló en baja forma para comprometerme nunca me ha visto bailar que si no, ni me lo plantea. Y si bailo de manera deficiente con ropa... imaginaos con la ausencia de la misma: mostrando mi piernas aflamencadas (no por aquello de la bulería sino por exceso de altura en mi cintura), mi sinsentido del ritmo y la gracia que Dios que me ha dado.

Pero a grandes males, grandes remedios y como está de moda eso de remover la memoria histórica, he pensado que sin decir que sí ni que no, se encuentra el camino del medio, que allí decía un buen hombre que andaba la virtud. Y ahí va mi idea: creo que lo mío es más bien el Bollo Cuplé, más cante que otra cosa, ojos picantones (que por mor de la miopía ya los tengo) y gracejo en el hablar, que ya me lo preparo que dispongo tiempo. De modo que como la interpretación me pilla menos lejos, aquí lanzo la idea a ver qué os parece.
Para votar al NO, siempre a tiempo, que conste

miércoles, 4 de febrero de 2009

S Valentín o del Amor

El Amor, así con mayúsculas, es cursi. Es el impuesto revolucionario que el amor nos cobra y nos devuelve en cuitas a fondo perdido de manera vitalicia. Pero ¿es acaso justo que S. Valentín venga inmediatamente después de la cuesta de Enero, que con tanto trabajo subimos año tras año? ¡Qué inapropiada fechita de marras para recordarnos que "hemos caído en amor"!, como dirían los ingleses. Y es una expresión acertada porque, en cierta forma, nos tropezamos de buenas a primeras con el amor y quedamos atrapados entre sus redes. Porque el amor es involuntario si no ¿de qué manera iba nadie a responsabilizarse de otro para el resto de su vida? Es una condena que nos viene impuesta, quedamos maniatados, taquicárdicos, con ganas de que llegue la hora del rapto para recrearnos en los momentos que nuestro raptor o raptora nos concede. El amor es abismático, desasosegante, incansable,ambicioso y el motor que todo lo mueve. Así visto dan ganas de desenamorarse, pero para qué ¿para estar esperando de nuevo que la flecha de Cúpido nos llegue desde el Cielo? Porque el amor es como el perro del hortelano que ni come ni deja comer, si no lo tengo lo busco y cuando me desprendo lo vuelvo a buscar.Y lo que yo quería decir, que ya me iba por las ramas, es que el día de S. Valentín es triste en sí mismo, solo lo disfrutan los recién enamorados.

Tal y como están las cosas todo se reduce a una cuestión de tiempo, dinero y ganas. Entre los que se excusan diciendo que es una estrategia de mercado y que ellos no entran en ese juego de los grandes almacenes; los que adornan su racanería arguyendo que "ellos están todo el año enamorados y que no se trata de regalar sino de mostrar el amor día a día" y qué duda cabe que no lo hacen; los que se olvidan de la fecha y tienen que buscar mil justificaciones que no cuelan y los que querrían, pero no pueden celebrarlo porque no están en el momento álgido de su relación o no tienen pareja, termina siendo el recordatorio de un día que a ninguno nos gusta. Además adornado cada año con el puente de los candados, con parejas felices, etc. Es lo más parecido a lo que ocurre el día de la lotería de Navidad cuando la gente sale a celebrar que le ha tocado la lotería y los demás debemos contemplarlo con esa rabia políticamente incorrecta que en público debemos silenciar.

Pero este año será diferente: cuando vea a las 20.000 parejas de chinos casándose, descorcharé la botella de champán que compré el 21 de diciembre y brindaré por ellos (que me preguntaba yo, así como para terminar: ¿todo el mundo ese día tiene una botella de champán en casa para cuando vengan los de la tele....?)Por cierto ¿os había dicho que ya tengo elegido lo que voy a regalar?