sábado, 26 de julio de 2008

Desaceleración mental

Desde luego no hay mejor razón que darle a Zapatero para convencerle de que vivimos un momento de desaceleración en todos los sentidos que sentarle delante de la televisión, me da igual pública o privada, 24 horas (ni tienen que ser consecutivas siquiera) un fin de semana cualquiera. Programas no existen para todos los gustos sino para gusto del vulgo más vulgar que podamos imaginar ávido de cotilleos amorosos nacionales e internacionales del personaje mediático de turno. Es bastante triste que sea de interés nacional si Andreíta se como o no el pollo, si está Belén Estebán embarazada, que si el asesino de Jaime Ostos pega o no a su mujer, que si Doña Leticia está muy morena. ¡A quién realmente le importan estas ignominias! A mí no, desde luego, pero el programa de niños y niñas que dentro de 5 años llenarán los sillones de los psicólogos infantiles porque nadie se acuerda de ellos o programas donde la gente va a que le humillen públicamente ya sea OT, Tú sí que Vales o Qué apostamos, nos da una radiografía social de cómo está el país y cuáles son las ambiciones que el españolito o la españolita de a pie se propone en sus vidas. Y es que de lo que no nos damos cuentas es que este entontecimiento colectivo no viene sino a que volvamos la vista hacia otro lado y no la volquemos en lo que realmente nos interesa como lasubida del petróleo, de la luz, la inflacíón, la deuda hasta interna que el estado empieza a atravesar, etc... Pero como burros de circo que somos ,y perdónenme ustedes por no insultar públicamente en directo, cuando nos dan las zanahorias de los 200 euros, seguimos haciendo nuestras morisquetas, hundiendo el hocico en el barro y consolándonos de que cualquier tiempo pasado no fue mejor. Así que mientras sigan aumentando los programas AI (aptos para imbéciles) y aquellos en los que se ganan miles de euros solo por entretener, que sepamos que es un paso más en el descenso al infierno de la desaceleración mental.

LES

Ser lesbiana no es una elección,
ni siquiera un imperativo biológico.
Ser lesbiana es una vocación,
un espejo por donde asomarse
a contemplar el mundo
y percutir en el subsuelo de los sentimientos
para llegar a comprender
que ni nacemos ni nos hacemos,
como los profanos creen,
simplemente SENTIMOS sin más
etiqueta que aquella que reza
en nuestra denominación de origen
somos Libres para Expresar lo Sentido.

miércoles, 23 de julio de 2008

Mojito de verano

Tú me diste la receta magistral,
me bastaba tu dulzura para saber cuánta azúcar añadir,
la hierbabuena siempre presente en el verdor de tus ojos,
el ron, del blanco y sin marcas,
y el Sprite lo pongo yo,
en forma de burbujas que ascienden
desde mi abdomen bajo hasta mi corazón,
cuando tú me agitas.
Y boilá, el cóctel está servido,
quiero dos o tres más
mojaitos de verano.